viernes, 18 de junio de 2010

Ejercicio 2

-De lo banal a lo extraordinario: seleccionar cualquier objeto que usen cotidianamente y escribir una crónica mínima (entre 2.000 y 3.000 caract) sobre el vínculo que tienen con ese objeto. La idea es contar alguna historia (real, por supuesto) que tenga al objeto como punto de partida. Que el objeto sea el ángulo, es decir, la excusa que tenemos para relatar una historia interesante. Que convirtamos eso que nos parece trivial (porque lo usamos con mucha frecuencia) es algo capaz de llamar la atención de otros. La meta? Escribir una historia de lo cotidiano. (cepillo de diente, zapatos, monitor, ventilador, vaso, plato, silla, gancho, medias, interiores, blumer, bolígrafo, papel toilet, champú, almohada, cafetera, budare, etc, etc, etc).
No confundir: no se trata de "humanizar" al objeto. No pongan al objeto a hablar como esos animalitos o cafeteras en el cine que hablan como nosotros. No. Que la historia gire alrededor del objeto o desde el objeto.
Traer impreso, porfa...



MIS 206 OBJETOS

Objeto de uso diario y común tengo más de uno.

De hecho tengo 206, 208 ó 216. Wikipedia no es de fiar.

Ante la desconfianza numérica, la pregunta y la respuesta: “sé que nacemos con 300 pero luego unos se empiezan a pegar y llegan a 206 ó 216. Quién sabe, quizás hay a quienes se les quedan unos sueltos y por eso tienen 216”.


Aceptando el misterio, me acepto como única fuente de información confiable, comprobable a través del dolor y de sus consecuencias.


Se ha malogrado más de uno.

Con precisión cuatro con daño directo y cinco de forma indirecta, como las fuentes de trabajo que lo salpican todo.


El 1.94% de los objetos, estos objetos, ha sido víctima de fuerzas superiores al punto de quiebre.


Informe de daño del objeto 1

Cuarto año de bachillerato, zapato barato, versión china de versión colombiana de lo que se llamaba, llama, Vans.

Charco auténtico, salto amanerado e inapropiado.

Objeto con daño directo producto de caída estrepitosa. No hay apelación, fractura de material.

Reacción paternal tardía.

Yeso suplicado.

Yeso.

Muletas.

Vergüenza escolar.

Cómo se explica un yeso por charco en el mundo del motocross, futbol, ski acuático y voleibol.

En ese se caso se procede al rumor no confirmable de historia intrigante.

No charco.

Valencia es intolerante a historias insignificantes.


Informe de daño del objeto 2

Años después.

Caracas.

Misma cantidad imprecisa de objetos. No varía.

El fracturado se une al resto con el tiempo.

Aunque lo ven de reojo, lo aceptan por un tema de solidaridad y sindicalismo consolidado por la treintena. Dato impreciso pero verificable.

La Vespa no es una moto, es una vespa.

Sientes esa cosa italiana al manejarla.

Estrellada contra la pared de los Beracasa en Los Chorros, a 50 kilómetros por hora, es una moto. No más.

Crack, así sonaron los objetos cuando la piedra caliza los recibió de brazos abiertos.

Dos fracturas, cirugía, clavo por dos meses, cuento con moto.


Informe de daño del objeto 3

No mucho después.

Lagunazo, estado Cojedes.

Curso, taller, vivencia grupal o pégale la cola al burro, ya no sé ni lo que era, pero para desarrollar liderazgo en situaciones complejas.

Secuelas egocéntricas de una actuación medianamente decorosa durante la tragedia de Vargas.

Bueno señores, lo importante es controlar el miedo, evaluar el riesgo, entender que no hay peligro, asumir la actitud de líder.

Todo eso dijo el único pajúo que fue incapaz de acercarse cuando me dejaron caer a mí y a mis objetos varios desde nueve metros de altura.

No supe cómo sonaron los objetos cuando cumpliendo con la gravedad se aproximaron a tierra.

El dolor se hizo protagonista y opacó al resto del elenco.


Los objeticos, porque lo que dan es lástima a estas alturas, quedaron como mapa político, plagado de pequeños municipios.

Ahora sí, un cuento de altura.

El mismo objeto ha sufrido digamos que de fatiga de material en tres oportunidades, y de restauración, la misma cantidad de veces.

Cada vez se ha hecho acompañar por otros, en real actitud de liderazgo.

No todos los reparadores se han lucido, por el contrario han dejado su firma-huella dónde no debían.

Los objetos suenan al caminar descalzo. Sobresale alguno a la altura del pecho e impide colocar la mano izquierda en ángulo recto, que aunque inútil el acto, se me antoja.

Espero seguir con mis objetos, los reparados, los por reparar.

Todos me acompañan.

jueves, 13 de mayo de 2010

Day One

Chino puntual

El asiaticodescendiente que me baja y sube al aeropuerto cada vez que el presupuesto deja.

Chequeo rápido.

Aparición de Matías en escena.

Dónde coño has estado Matías?

Non stop talking.

Atlanta bien.

Se fue Matías.

Silencio. Silencio.Silencio.

Vuelo a New Orleans perfecto.

Llegada bien.

Taxista egipcio (de Luxor).

La mamá es de apellido Mata.

Ahora cree que somos familia.

Y nosotros tan de Pampatar.

Perdió su casa con Katrina.

Hubo gente que se la comieron los cocodrilos después de Katrina.

Sólo después.

$45 por todo el pecho la conversa con Zara

Nombre de mujer, pero es mero macho.

Hotel perfecto.

Barrio diríamos que negro.

Diríamos no.

Es negro.

Todos saludan mientras corro 42 minutos.

No doy para más.

Soy una desgracia como corredor.

Me baño.

Baño el baño.

Sorry.

Ahora voy a almorzar y ver a qué se parece esta ciudad.

Taxista en el estricto sentido del genero.

Es mujer y del sur.

Que peo para entenderle

Que mataron a un taxista anoche para quitarle ochenta boooccs como dice ella

Le cuento?

Le digo de dónde vengo?

Le explico que al dólar paralelo esa muerte sí se justifica en Caracas?

No le digo un coño

Se lo pierde

Quién almuerza a las siete de la noche?

Yo no.

Demasiada música para escuchar.

No puedo digerir tanto a la vez.

Sledgehammer, pero a Funk version!

Muddy Waters

BB King

Ahora un solo de bajo insólito.

Yo fui negro en la vida anterior, lo sé.

Banda: 4 + 2 cantantes. Blanco. Negro.

Mustang Sally

El teclado es un Motif ES7

Hay dos cosas seguras en mi vida:

1) hubiese sido músico de no ser por el tropiezo con la fotografía y una discapacidad absoluta para la música misma.

Agradezco el tropiezo.

2) Yo fui negro. Estoy seguro. Lo sé.

James Brown

Por fin!

Ahora el bajo hace lo suyo

El bajo tiene 5 cuerdas

Fender Jazz Bass

2 señoras. 2 Martha Stewart bailan. Son 3.

Bailan con sus carteritas.

Budlight para las señoras.

Se contonean.

El cantante se las coge desde la tarima.

50x4= 200

Son 4 ahora y suman 200.

Blues Brothers!

Llegó Nancy Reagan.

Los metales están hechos por los teclados.

I am a soul man.

Llegó Lou Reed.

Bueno, se parece.

Mustang Sally de nuevo.

Aunque la mejor versión es de The Commitments

Lou Reed se goza esta vaina

(el que se parece)

Put your hands up!

Hay una loca sin culo.

Reparte besos y una vaina que es una jeringa con algo colorado por $4

Paso y gano

No culo

No beso

No jeringa

Quer vaina con la música es una adicción!

Las mesoneras cuchichean con la assless.

Esta vaina se llenó y Lou Reed anda como loco.

The Ramones?

No

Sorry

James Brown de nuevo

Hay una tele que habla de una película que van a estrenar en abril 2011

Abril 2011

Fuck

abril 2011?

Y dale con la jeringa

Que ladilla

Por qué no se pondrá la antitetánica y deja la mariquera?

No entiendo nada

Estos carajos, no sé cómo, están bailando el perrito

Y yo me tomo una cerveza inmensa

Tiempo de propinas y James Brown de nuevo.

Prince sonando

Estos panas tocan

Llegó un importado de Honolulu

Por cierto

¿de quién es esa isla?

Tengo 2 rednecks a mi derecha.

A la izquierda la misma vaina pero el otro género

Chic!

Cest Chic

Celebration

Soy negro

5 Martha Stewart

1 Lou Reed

1 Nancy, ya hay confianza.

Verga

Llegó Leonardo

Me refiero al doble de Di Ca...

Se fue

ZZTOP?

Esto sí que no

Hora de dormir

TALLER DE CRÓNICA: HISTORIAS QUE LATEN

REQUISITOS
Aquellos a postularse deberán enviar: Un texto con un autorretrato narrado que combine datos de la trayectoria del participante con su motivación para inscribirse en este taller, con una extensión máxima de 3000 caracteres, y una propuesta detallada de un tema a desarrollar durante el taller.
*****

Hoy voy a donar plaquetas.
De mí han salido ya en otras ocasiones leucocitos, linfocitos, eosinófilos, eritrocitos y un montón de plasma.
Los receptores de este acto de desprendimiento mueren sin contemplación y sin devolver lo recibido.
A veces, sólo a veces, me siento culpable ¿estaré piche?
Mi tiempo, el de hoy, se limita sólo a donar plaquetas y a mal escribir esto.
Escojan, plaquetas o texto. Es lo que hay. Nadie ha muerto por leerme. Nadie se muere por leer lo que escribo. Lean.
Me reconozco vulnerable al intentar participar en este taller que ustedes S y L, con arrogancia enviaron a mi correo ¿con permiso de quién? ¿quiénes se creen? Además son dos, yo uno, unito.
No entienden que esto es un problema que arrastro desde que descubrí la caligrafía Script y abandoné los intentos con el Sr. Palmer. Que he intentado por lo menos tres veces formalmente aprender a escribir y siempre, siempre, siempre pasa algo y ustedes sin importarles eso, sin la más mínima consideración hacen send y yo llego y lo abro por no dejar y ahora estoy en esta encrucijada. ¿Cuarta vez o abandono?
Acá culpable de lo que suceda somos todos, ustedes y yo y mi hermana y es importante que lo vayamos entendiendo, ¿capicci?
La primera culpable y antes que nadie es mi hermana y su manía de almorzar antes de donar lo que sea.
Ella es muy querida, sin duda. Odio las malas interpretaciones de los reclamos filiales, pero es que no me deja concentrar. No conoce el mute.
Primero que sé que me van a sacar las plaqueticas, el pinchazo, la camilla con el rollo infinito de papel blanco, la bombeadera, el dulcito para no marearme, pero sobre todo que mi bella hermana, donante también pero de sus plaquetas, no para de hablar.
Yo que tengo que escribir esta historia, medio cagado, y ella que: “que ese es el dueño de la clínica La Floresta, que si me sé el cuento del hijo que la esposa lo mandó a…”, “que ella no puede almorzar con batido de fresa”, y que “el dólar está en 7,67”.
¿Quién puede con semejante parlante autónomo?
De igual manera lo intento porque ya le llegó la sierra de dorado y algo le anda buscando.
Mientras no lo consiga puedo escribir.

Que quién soy.
Conste (me encanta esta palabra) que eso lo preguntan ustedes, no yo.
Me ofrezco en tres versiones, dependiendo de presupuesto y género.
Versión uno: ni la más remota idea de quien soy. Gracias, buenas noches.
Versión dos: Ya que insisten, les voy a explicar de la siguiente manera: mi correo electrónico es elreydelacalifornia@gmail.com, ¿les dice eso algo?
Responde Sandra, no te quedes viendo sin decir nada que esto no es Twitter.
Un segundito jóvenes que lo de las plaquetas es en serio y no me dejan escribir.
A continuación esta sección, de este boceto intelectual, es pensada, no escrita ¿ok?
Todo el banco de sangre está forrado de madera. Mucha obra artística sobre ella. Seguro todo comprado en La Feria del Arte en el Poliedro. Ávilas. Marinas. Payasos. Payasos tristes. Floreros. Burros que llevan leña. Escena de tambores (ideal) bastante más civilizada que una noche cualquiera en Choroní.
Listo.
450cc menos en mi humanidad, mi libreta de nuevo y la indicación de no manejar en los próximos 30 minutos. Por mi no manejo en los próximos 30 años.
Versión tres: No tengo Blackberry por lo tanto no tengo pin, no existo para muchos. Le tengo miedo al agua, aunque trato de nadar. Nunca, bajo ningún concepto haría el cruce del Orinoco. No ví ET, no sé muy bien la razón pero no lo hice y ahora es como una bandera. No la he visto. No la voy a ver. Hago fotos. Le sugiero a algunos como hacer fotos. No todos hacen caso. Tengo dos hijos, uno de piel y el otro de sangre. Tengo dos hijos entonces. Me gusta la cerveza negra. Soy calvo. No siento envidia por cabelleras frondosas. Quisiera hacer el camino de Santiago por el placer de caminar. Me gusta ir al cine cuando viajo. He corrido dos maratones, Berlín y Boston, es un milagro que haya llegado. Una vez me caí de 9 metros de altura, estuve enyesado nueve meses, engordé 17 kilos, me operaron dos veces, me deprimí. No escribí.
Daría cualquier cosa por aprender a escribir (manipulación barata).
Se supone que no debo escribir más, que me pasé de caracteres.
Que ya está bueno.
Adiós
r

Nota: desafortunadamente no tengo tema a desarrollar, si es posible que me asignen uno, de ser aceptado, cumpliré a cabalidad!

sábado, 12 de abril de 2008

Primer ejercicio, coaching literario

¿Cómo carajo escribo?

Que necedad de pregunta, que sé yo como escribo. ¿escribo? O es un acto egocéntrico, que puede hasta sonar como de gente pensante y marihuanera. No fumo, por si acaso. Nada. Además me da por aclararlo y satisfacer algún resquicio moralista que permanece en la epidermis de un ex valenciano; sí, ex, porque por mi parte pierdo el gentilicio, lo dono, lo regalo, lo alquilo como revolver de policía para atracar a alguien en nombre de la ley. Gentilicio alquilado permite llevar a pasear la arrogancia, petulancia, ignorancia y sobre todo malacrianza propia de un valenciano a tiempo completo. Después devuelves el objeto alquilado y eres gente nuevamente. No es grave, no duele. Sólo lo percibes en el otro, en la expresión inexpresiva de soportarte. Cómo veras esto es entre tú y yo. A veces hablo yo y otras yo también pero a ti, es decir te tomo en cuenta. Disfrútalo.

De la intermitencia

He escrito, es decir, he agrupado un montón de palabras pretendientes de coherencia. Final feliz, no lo sé. Juntas sí, pero digamos que ¿felices por su unión? oscuro concubinato, como respuesta final.

No ha sido la intermitencia de un faro que gira, inexplicablemente, sin marearse, ha sido en su lugar, el inestable motor de un avión pequeño, de sueño aspiracional burgués en estreno, que falla al principio, poco, luego aumenta, se le pasa, viene y va de nuevo. Y así vamos, quién sabe, sigue, sigo en el aire. Podemos caer.

Vuelvo. He escrito, de chiquito, me gusta pensar que fui chiquito en algún momento. Niño, inocente, cualquiera, estadístico. Luego en la crisis de los treinta, etapa inútil y poco identificable hasta que sales de ella, escribí de nuevo. Ahora nuevamente en los cuarenta, aparentemente sin crisis, me ha dado por lo mismo. Creo que es un problema de tiempo libre o computadora nueva. Bonita. Blanca.

Los periodos de abstinencia me han servido para reconocerme de diferentes maneras; he logrado coexistir con el hecho de que parte de mi puede llegar a ser tan frívolo como para no importarle el valor de las palabras. He visto páginas porno en Internet. No he pagado, las veo gratis. También he buscado una moto por horas, igual en Internet, sabiendo que no la voy a comprar. He viajado mucho, leído poco. No sé qué busco cuando viajo. Regreso. Vuelvo a viajar. He hecho hojas de excel calculando como me gasto todo lo que trato de producir y siempre descubro que el dinero está hecho para que otro se sienta dueño del tuyo. Te incluyo. Versito gratis. Hoy no estamos cobrando por las rimas. De nada.

No he escrito. No he podido. Me frenan muchas cosas. O me invento diferentes frenos.

Hoy vienes y me preguntas eso o lo que es peor, pretendes que yo deba hacerme esa pregunta en off, en voz tipo conciencia , voz reflexiva. Yo no reflexiono, yo actúo. Así que a mí no me vengas con vainas, de que sí mi mirada interior, de que cómo me veo, cómo me proyecto, etc. Te digo etc., porque sé que te gustaría, de estar en mí lugar, decir etc. Los que reflexionan lo hacen tanto que no pueden enumerar la serie de conclusiones, entonces las resumen en un sabio etc.

De la temática

Yo mismo en diferentes facetas. Con mucho amor propio y un cariño sin igual, aunque falso, convincente en la distancia a terceros. De niño, de adolescente, de adulto, aparezco en todas las etapas conocidas. Me falta escribir desde la muerte, será por un vacío de imaginación, aunque creo que pudiera ser interesante escribir desde mi velorio, sin cremación a la vista porque detesto el calor y eso sería poco delicado, además de vengativo, mandarme a achicharrar sólo para reducirme a una cajita sin lugar donde esparcirla y tener que, por venganza pero mía en este caso, cargar con ella por tiempo indefinido. A mi que me entierren y que los gusanos apliquen la cadena alimenticia hasta su más mínima expresión. Gracias

De la forma

Con un whiskey, mucho hielo y soda, es decir un insulto a la realeza británica, un laptop, ninguna idea preconcebida y dos dedos. Los ocho compañeros restantes, eunucos en lo que se refiere al tipeo, se dedican a banalidades propias de su discapacidad; portar anillos de matrimonio, groserías clásicas, rascado de picadas tropicales y sexo.

Una época escribí en Mc Donalds a punta de Nestea y papitas aguadas, frías, pálidas, necesitadas de algún estimulante de moda. Deprimente estar rodeado de empleados de turnos de cuatro horas, autómatas de la ingesta caraqueña, suertes de prefabricados mentales incapaces de decidir nada, que hasta a la novia deben preguntarle que si quiere acompañar su pedido con un sundae -No pendejo, que me des unas latas- y seguro que no saben escribir sundae. Es muy difícil saberlo si tu nombre es Elenirme. Pero es una etapa superada, no me gustan los manuscritos, no tenía laptop para esa época y escribía en libretas amarillas; mi letra está cada día peor, no me gusta tener que copiar y ver esa letra terrible y no poder decir que es de otro, que tengo un asistente que copia mis ideas, mientras las voy diciendo en ataques incontenibles de inspiración.

De cómo quisiera escribir

Evidentemente mejor, sin la falla de origen que me acompaña. Quisiera tener algo que contar. Quisiera escribir como bonito, como sin rabia. Interesante preferiblemente. Quisiera escribir desde otro lugar.

De lo que dicen los otros

Ellos, los otros, siempre dicen de todo y honestamente pienso que si les creo me hago daño y si no lo hago también. Pero me preocupa el pequeño grupo de fans que aupa cuanta pendejada se me ocurra, sin discriminar, sólo a favor de mi candidatura al mejor tú si escribes bien… si dejas la fotografía ya sabes lo que puedes hacer cuando yo en realidad discrimino todo, aborrezco todo y de ser posible me le escapo a todos. Pero digamos que me debo a mi público, las bases me lo piden y no me puedo negar. Por lo menos acá estoy dejando ver, con una suerte de lupa, lo desgraciado y manipulador que puedo llegar a ser. Pero en esos casos de contradicción pública y de autoestima en entredicho, justo en ese momento, cuando alguien, alguno, podría aprovecharse del motorizado atropellado en la autopista y el casco nuevecito cien metros más allá, justo en ese momento me doy un gran abrazo, largo, sentido, medio maricón, pero sobre todo capaz de fortalecer mi espíritu golpeado y confundido. Me digo también; tú eres de Valencia, tú puedes con todo y todos, tú sales de esta así sea a los realazos y como si nada, refloto, emerjo, llego a puerto seguro.

Por lo tanto vivan los fans. Tengo que hacer un club, organizarlos, clasificarlos, definir misión y visión del mismo, ponerles códigos porque etiquetas ya se las he puesto, es normal, lo etiqueto todo. Se me hace la vida más fácil, los entiendo. Una etiquetica y listo, una de las veintisiete que tengo. Catálogo generoso, que la verdad es que he pensado reducir a diecinueve, por que más de eso no son más que pequeñas diferencias de personalidad que para mi que sólo veo el grueso, me está resultando imperceptible. Yo te digo una cosa, conozco gente que ve la vida hasta con tres decimales, yo no me complico, creo en los números enteros, en el redondeo.

Te hablo porque no me gusta hablar solo, recuerda que no me gusta reflexionar. Debo agradecerte el que me hayas permitido utilizarte, gracias, ya no me eres útil, por favor sal por donde entraste.

No olvides cerrar la puerta.

viernes, 11 de abril de 2008

Segundo ejercicio, taller de cuento

Enunciado:
Está sentada contra una pared que tiene un toma corriente blanco que no ha sido usado nunca.



Tafíl


2:43am
Tú no eres capas de entenderme, de aceptarme, de cuidarme.
Tú crees que valgo menos, que mi opinión no importa, que sólo digo incoherencias. Que equivocado estás, mírate bien, vete bien en este espejo, eres algo triste que te apoyas en mi debilidad para convertirte en ¿qué? ¿Quién coño crees que eres?
Crees que te sales con la tuya gran carajo, ¿qué vas a decir? ¿ qué vas a alegar? Cómo sales de este entuerto, cómo aclaras que no fuiste tú, que fui yo la que decidió terminar con esta historia, que falta poco, que pronto todo va a terminar. ¿Cómo vas a manejar la culpa? La tuya , la verdadera y la que te van a endosar los demás o es que tu cinismo llega a protegerte hasta de tu propia culpa.
Quita esa cara por favor, no la soporto, no estoy dispuesta a contemplarla, pareces un cuadrito de museo de bellas artes, un Michelena o un Tovar y Tovar, cuál es el drama, qué es lo que te preocupa a estás alturas o tú crees que yo me como ese cuento. Tu cara no es suficiente, con eso a mi no me convences, me hiciste la vida imposible, lograste colocar al mundo contra mi y ni un hijo, un puto hijo pudiste darme. Hoy a mis 29, años claro, aunque en realidad parecen cicatrices. Cada uno de estos años es una cicatriz que me ha tocado cerrar, suturar con hilo grueso, muy grueso, soy una cicatriz. Contigo no existe la cicatrización limpia, bonita. Parezco un macheteado de Ruanda.
Continúo porque no vale la pena distraernos, no sin que antes escuches lo que ya te he dicho y te volveré a decir hoy por última vez. Hoy a mis 29 años, te dejo el espacio libre, mi espacio, para todas tus bajezas, mezquindades, noches interminables de bisexualidad ambigua porque ya ni sé qué es lo que eres. Te imagino hasta con un chivo de carretera detrás de un cardón acostado por el viento y por tu agenda particular que tiende a inclinarse por todo lo que no debería ser.
Pero que vas a saber tú de lo que debería ser, sólo entiendes el debe y el haber del yo. Siempre alguien está en deuda contigo, tú nunca debes. Sólo pides, recibes, desechas, eres un asco. Me da lastima haber estado cerca. No eso no es verdad. No me puede dar lástima, es un problema de vocabulario, no consigo la palabra. No me puede dar lástima haber estado cerca de ti desde los 17, no es lástima. Es algo que se encargó de secarme, de minimizarme, de alterar mi escala. Soy más pequeña que el resto. Hoy quizás te haga feliz, hoy no voy estar



7:03am

-¿Dónde está?
-Allí, está sentada contra una pared
Camina sin saber qué esperar, con ganas de no reconocer al niño en el retén, de escoger uno más bonito.
-¿Y ese tomacorriente? el blanco
-No se preocupe, no ha sido usado nunca. No tiene electricidad.

jueves, 27 de marzo de 2008

1er ejercicio, taller de cuento

Enunciado:
Pedro es el mejor amigo de Pablo. El lema de Pedro es
bestias van bestias vienen.





La alcantarilla donde vivo no me pertenece. Aquí he estado de forma intermitente, escapando de la vida que transcurre sobre ella. Acá es el reecuentro, acá soy Pablo o ¿Pedro?
Me he acostumbrado a ver todo a través de las láminas metálicas, en ángulo siempre diagonal para cuidar a ciclistas desprevenidos de no caer en mi alcantarilla, que no es mía pero como si tal.
Desde acá, un metro treinta por debajo del nivel de la calle, recibo colillas, cigarros completos, chicles, hasta restos de comidas como si yo fuera un muerto de hambre. Coños de madre.
No ven, los que me ven, que yo lo que quiero es esconderme acá de ustedes, sí de ustedes. O es que acaso piensan que no hablo, no existo, que por estar dentro de esta alcantarilla no soy.
No quiero saber de la bruta aquella que pregunta insistentemente lo que no tiene respuesta, que la vida no es como estudiar ingenería civil, respuestas precisas, exactas y que cuando le logras responder algo medianamente-coherente, pone cara de Nefertiti y dice: No entiendo, no entiendo nada. No, no tiene respuesta, entonces, deja ya la preguntadera mujer-tetas, plasma 42", fracesita en inglés de camping breve, agenda extenuante en "forloderdeil". No me hables. Eres así, eres un producto, eres una canción de Karina en tu Ipod, eres horas de regetton, eres creer que te cultivas mientras escuchas Nuestro Insólito Universo. No me hables. Te veo en la distancia, a través de mi Cruz Diez personal, donde ni tú ni otros como tú, de prosa cambiaria, el dólar a tanto y ahora tanto, logran disimular lo bestia que son, eres. La bestialidad no se disimula, las bestias sólo van o vienen. Eres, para contribuir con la cacofonía, "qué bello", a todo lo que se suponga debe conmoverte le dices "qué bello". ¿Qué bello qué? Deja la tontera, piensa en algo, actúa, la vida es como un chat, responde rápido, ¿qué, no tienes respuesta? Que qué bello como te interrogo, que te sientes en una entrevista de la televisión española, que si que soy duro, que por favor, tú, te calles. Gracias. No me hables. La pulserita que suena, sí por favor esa, también deja de moverla que no es maraca. Gracias de nuevo.
Una vez estuve arriba, años, donde me sentí abajo. Lidié contigo y otros como tú. Ya no lo resisto, he decidido subvivir , eso no existe, lo sé pero me resulta el término. Ahora soy Pedro, no me conseguirás ni tú ni otros. Consuélate con Coello, que tú sabes, escribe bello. No te haré falta.